Paraguay se encuentra ante la mirada mundial luego del histórico logro al obtener el grado de inversión otorgado por la calificadora internacional Moody’s. Este reconocimiento internacional no sólo traerá oportunidades únicas a nuestro país para su desarrollo económico, también significa un sinfín de compromisos que como país tendremos que asumir.
Obtener el grado de inversión significa que Paraguay cuenta con políticas buenas, seguras, con desarrollo sostenible y que lleva un crecimiento sostenido en todos los aspectos. Por esas razones, es un país notable para las inversiones extranjeras.
Celebramos este gran logro de Paraguay, no obstante, no podemos dejar de pensar y también ponemos a la vista la otra cara de la moneda. Nos referimos a la presión de ese mismo país donde los desafíos sociales todavía son innumerables: como la educación, salud, etc. Temas que requieren de atención y deben ser foco de políticas públicas que puedan crear un verdadero ambiente de confianza, no sólo para los negocios.
Sí, habrá desarrollo vial, construcciones, empleos, pero señores, acompañemos este gran paso con algunas reformas sociales, agrícolas y demás, realizando ajustes estructurales cuyas debilidades siempre fueron encajonados, gobierno tras gobierno.
Creemos que se vienen grandes cosas para el crecimiento económico virtuoso de Paraguay y nos entusiasma esa proyección. Esperamos que esas oportunidades y logros, repercutan equitativamente en todos los ámbitos. Este logro es histórico y acarrea un gran compromiso, también con los paraguayos.