En los últimos meses, predominó el fuerte debate sobre la experiencia laboral y el título universitario. Si bien, ambos pueden conformar una gran alianza a la hora de ocupar ciertos puestos laborales, sin embargo, puede ocurrir que un elemento prevalezca por encima del otro.
No estamos poniendo en tela de juicio la necesidad y el gran logro de tener un título universitario, solo evaluamos la línea empresarial de muchas empresas que hoy día prevalecen con la captación de talentos con alto predomino en el título universitario sobrevalorado y experiencia infravalorada.
Logramos conversar con gerentes de Recursos Humanos que, justamente en su mayoría, coinciden que esto está dando un giro, ya que hoy día la experiencia puede desplazar a un título universitario. Esto, al considerar que las empresas necesitan de personas que resuelvan problemas con la seguridad que solo brinda la experiencia, por ese motivo, la balanza del reclutador se inclina con rapidez por el candidato con formación académica y experiencia, generando como resultado una combinación perfecta.
Esta nueva mirada desafía las antiguas prácticas de selección de personal, puesto que propone que las empresas se actualicen sobre esta tendencia para asegurarse de atraer y retener el mejor talento.
Finalmente, llegamos a la conclusión de que existen personas sin título demasiado pro y otras con muchos títulos universitarios, pero que son una estafa. Existen profesionales con títulos que son increíbles y otros que venden humo.
Obviamente, la preparación universitaria y experiencia son importantes, incluso, en algunas profesiones es necesario tener estudios universitarios y otras acreditaciones para poder trabajar, pero ya no son definitivos. Lo importante es lo que se sabe y lo que se puede aportar a la empresa.