Las expectativas para la próxima zafra sojera en Paraguay están marcadas por un optimismo contundente. Especialmente, ante las proyecciones de organismos internacionales, como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), en las que se detalla que nuestro país se encuentra en posición de obtener una cosecha estimada de 10,7 millones de toneladas.
Nos llena de entusiasmo, que el cultivo de soja, uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, se preparan para aprovechar las oportunidades que ofrece el nuevo ciclo productivo.
De cara a lo que se avecina y ya teniendo experiencias con los ciclos de las zafras pasadas: con resultados favorables y algunos decepcionantes. Consideramos factible mantener la prudencia y seguir trabajando con prácticas agrícolas sostenibles para asegurar el éxito de la zafra y zafriña de soja.
Que cada agricultor o los propios gremios agrícolas reflexionen sobre qué acción diferente se podría hacer. Trabajar desde la prevención y no desde la lamentación.
Claro que celebramos y deseamos que la buena proyección se cumpla a cabalidad, pero así también consideramos que se debe trabajar desde su perdurabilidad.
Esperamos un escenario con muy buenos resultados agrícolas y más que nunca vemos la necesidad de instar a la acción desde la responsabilidad.
Que el éxito tan anhelado nos encuentre en el campo y pueda ser muy bien aprovechado a fin de seguir prosperando como grandes alimentadores del mundo, desde la agricultura.