La veda pesquera periodo 2023/2024 entró en vigencia el pasado 1 de noviembre para las aguas compartidas con Brasil y Argentina, con el objetivo de precautelar la reproducción de peces en estos cauces hídricos. Tampoco se permite la comercialización y la modalidad deportiva.
Una resolución emanada por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) dispone la puesta en marcha de la veda pesquera, que regirá hasta 15 de diciembre con Argentina y hasta el 31 de enero de 2024 en los ríos con Brasil.
La normativa, de alcance nacional y aplicable a todas las modalidades de pesca, ya sea deportiva o comercial, establece la prohibición de la pesca en los ríos Paraná, Paraguay y Pilcomayo durante el período especificado. Además de la restricción de la actividad, se prohíbe la comercialización, extracción y transporte de productos del rubro.
Con el respaldo de otras instituciones, se llevarán a cabo rigurosos controles en rutas, establecimientos, medios de transporte, con el fin de garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales.
También dispone que todos los acopiadores y locales, como pescaderías, supermercados, restaurantes y comedores, que estén inscriptos en el Registro Nacional de Pesca y Pescadores y que posean pescados almacenados previo al inicio de la veda, deben presentar una declaración jurada de almacenamiento ante la Dirección de Pesca y Acuicultura o las Oficinas Regionales del Mades.
Esta medida busca garantizar la transparencia y legalidad en la comercialización de productos pesqueros durante el período de veda, cuyo propósito es conservar los recursos pesqueros. Durante este período, peces de migración importante, como el dorado, surubí pintado y moteado, bogas, salmón del Paraná (pira pyta), entre otros, se encuentran en temporada de reproducción.
RESPETAR FASES PARA REPRODUCCIÓN
Es esencial respetar esta fase para permitir que los peces se reproduzcan sin interferencias, contribuyendo así a la preservación de sus poblaciones y asegurando la reposición adecuada del stock pesquero. La medida apunta a garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las especies y mantener el equilibrio en los ecosistemas acuáticos.
Según el Mades, las fechas se determinaron considerando los intereses de aspectos biológicos, sociales y ambientales pertinentes. En ese tiempo no se permitirá la actividad pesquera en las aguas compartidas entre ambos países, que abarcan los ríos Paraná, Paraguay y Pilcomayo.