La Universidad de Tecnología del Sudeste de Irlanda (SETU, por sus siglas en inglés) habilitó una carrera para formar a creadores de contenido en redes sociales, conocidos globalmente como “influencers”. Este curso busca profesionalizar una actividad que, en la última década, ha evolucionado de ser un pasatiempo a convertirse en una profesión consolidada y una fuente de ingresos para millones de personas en el mundo.
El término “influencer” hace referencia a aquellas personas que, mediante su presencia en redes sociales como Instagram, YouTube o TikTok, logran captar la atención de un público amplio y variado, impactando en sus decisiones de consumo y estilos de vida. Aunque a menudo se asocia únicamente con la creación de videos llamativos y la interacción en línea, esta actividad conlleva un conjunto de habilidades que abarcan desde la producción audiovisual hasta el manejo de estrategias de marketing digital y la gestión empresarial.
El curso diseñado por la SETU responde a estas necesidades multidisciplinarias. Su estructura abarca materias como producción de contenido audiovisual, psicología aplicada al marketing en redes sociales, análisis de datos, narración de historias, y emprendimiento digital. Estas áreas de estudio no solo ayudan a los participantes a desarrollar contenido de calidad, sino también a comprender cómo monetizar y mantener la sostenibilidad de sus proyectos digitales.
ENFOQUE INTEGRAL
La SETU busca ofrecer a los estudiantes un enfoque integral, abordando tanto los aspectos técnicos como los personales de ser un creador de contenido. Desde aprender a manejar equipos de grabación y software de edición, hasta superar el temor frente a las cámaras, el programa está diseñado para que los alumnos puedan destacar en todos los niveles de esta actividad.
La inclusión de la psicología en el plan de estudios es clave, ya que permite a los estudiantes entender el comportamiento del consumidor en el entorno digital y desarrollar estrategias que conecten eficazmente con su audiencia. Por su parte, las asignaturas relacionadas con el análisis de datos enseñan a los futuros influencers a interpretar métricas importantes, como el alcance y la interacción.
MONETIZACIÓN
Uno de los objetivos principales del programa es ayudar a los participantes a comprender que ser influencer no se trata únicamente de acumular seguidores, sino de convertir esa influencia en un modelo de negocio sostenible. Los estudiantes reciben formación sobre cómo gestionar acuerdos con marcas, construir relaciones con empresas y diversificar sus fuentes de ingresos.
Asimismo, se les enseña a posicionar su contenido en un entorno competitivo, en el que la autenticidad y la capacidad de adaptación son factores relevantes para destacar.
IMPACTO ECONÓMICO
El interés por profesionalizar esta actividad no es casual. La industria del marketing de influencia mueve miles de millones de dólares anualmente y se ha convertido en una parte esencial de las estrategias de las grandes marcas. Según estudios recientes, la confianza del consumidor en las recomendaciones de influencers supera a menudo la que se deposita en la publicidad tradicional, lo que refuerza su importancia como un medio de comunicación influyente.