Se estima que, en los próximos 30 años, la población mundial crecerá casi 2.000 millones de personas, según la Organización de las Naciones Unidas. Como consecuencia, obviamente exigirá cambios y la generación de nuevos mecanismos para producir mayor cantidad de alimentos.
Esto significa que la producción agrícola deberá adaptarse para poder alimentar a los habitantes del mundo. Lo que nos lleva a preguntarnos, si existirían otras posibilidades o alternativas que incrementen la producción de alimentos, reduzcan los costos y, a su vez, tenga un fuerte compromiso y cuidado con el medio ambiente. El desafío es enorme: alimentar a la población mundial y cuidar el planeta.
Ante este escenario, y con mayor claridad y conocimiento sobre el tema, los microorganismos van logrando ser foco de visión para muchas innovaciones agrícolas. Según la ciencia, al Microbioma (microbios) se lo define como conjunto de organismos muy pequeños que coexisten entre ellos con toda su información genética, relacionándose entre ellos y con otra especie y el medio ambiente.
Con tal particularidad, la agricultura moderna ya se encuentra trabajando con nuevas posibilidades desde el uso de la microbiología. Esto sería que, de alguna manera, actualmente ya se está reemplazando fertilizantes por una bacteria (ser vivo natural) que, incluso, cuesta mucho menos.
Vamos conociendo y aprendiendo acerca del valor de los microorganismos mediante las prácticas, estudios y ensayos de muchas empresas. Consideramos muy importante que conozcamos esta posibilidad para tomar decisiones en el campo para una práctica agrícola menos intensiva y un enfoque más sustentable.