Héctor Samuel Velázquez Rojas
Uno de los aspectos fundamentares para el productor es el control de stock y el control sanitario de la tropa. En muchos otros países, este control se lleva a cabo utilizando Sistemas de Trazabilidad, como por ejemplo en Uruguay, y las caravanas son una herramienta que facilitan el trabajo, si es que se utilizan de manera correcta y eficiente. Las caravanas visuales son las más tradicionales, reemplazando muy bien a la numeración a fuego, debido a que es más legible a la hora de la lectura de los números. Sin embargo, los problemas que presentan estas caravanas son la tasa de caída (que al ser visuales, deben ser relativamente grandes para que puedan leerse desde cierta distancia, aumentando la tasa de caída), el error humano durante el proceso de lectura y el registro de cada número, poniendo en peligro la confiabilidad de dichos registros, y por tanto, de todo el trabajo realizado. Estos errores no pueden ser admitidos en un proceso de trazabilidad serio, porque entregaría datos incorrectos, invalidando todo el proceso realizado previamente.
En Paraguay ya se están implementando el uso de caravanas electrónicas RFID de Ultra Alta Frecuencia (~920MHZ) en la tropa, en establecimientos en el departamento de Paraguarí, y en el Bajo Chaco, en donde han percibido diferentes ventajas como resultado de la implementación de estos dispositivos para identificar individualmente a cada animal. En esta experiencia, se aplicaron las caravanas a un total de 1.400 cabezas en Paraguarí, y 1.800 cabezas en el Bajo Chaco de manera progresiva entre febrero de 2020 a agosto de 2022, por lotes, para poder determinar la forma más adecuada de colocar el dispositivo, de acuerdo con la tasa de caídas, que se determinó fue alrededor del 2% como el mínimo para estudiar la reducción de tiempo de trabajo dedicado a las actividades en el brete, tales como la vacunación o el pesaje.

En el caso de los pesajes, no se encontró una diferencia muy grande en el tiempo requerido, ya que la lectura tanto de las caravanas visuales como de las electrónicas se hacía mientras se estaba pesando el animal anterior, por lo que el tiempo requerido para pesar cada animal era el que determinaba las horas de trabajo que se tenían que realizar. Sin embargo, la diferencia radicaba en la rapidez para terminar los registros, ya que si se utilizaban caravanas visuales, había que pasar todos los datos anotados en papel a una hoja Excel, mientras que usando las caravanas visuales, se disponía de una aplicación móvil que requería solamente del número del animal (que se obtenía automáticamente leyendo la caravana electrónica con el bastón de lectura) y el peso de ese animal, y la aplicación generaba de manera automática la hoja Excel con todos los datos registrados.
En el caso de las vacunaciones, se tuvieron resultados distintos, porque en un lote de 100 cabezas, que normalmente se tarda 1 hora en vacunar registrando los números de caravanas visuales, este tiempo se redujo a 20 minutos, ¡un ahorro de tiempo del 66%!, es decir, 100 cabezas vacunadas en unos 20 minutos, eso sí, un personal se encargaba de la aplicación de la vacuna, mientras que otro personal realizaba las lecturas, ambos trabajando al mismo tiempo, y un tercero se encargaba de introducir los animales al brete. En promedio, entraban 7 animales en un cajón, y el tiempo estimado de cada grupo de animales pasaba dentro del cajón, fue de 1 minuto.
Esto demuestra que, aplicando este tipo de tecnologías, se puede reducir el tiempo de trabajo, al mismo tiempo que el estrés sobre el animal, y el número de operarios trabajando.