La correcta preparación del caldo para pulverización es un factor esencial en la eficiencia de los tratamientos de la producción agrícola. Una mezcla bien equilibrada garantiza la eficacia de los productos aplicados y para que evitar errores, a continuación te contamos el paso a paso.
Aunque se aconseja seguir un procedimiento para la preparación del caldo para pulverizar, llegado el momento de encarar el trabajo, se suele olvidar las recomendaciones de los fabricantes y comienzan los problemas en plena tarea de aplicación.
Es usual que los marbetes de los productos incluyan sus propios consejos al respecto; sin embargo, el tema se vuelve más complejo cuando se quiere aprovechar el caldo para mezclar diferentes activos fitosanitarios. Esto, sin importar cuál sea su clasificación (insecticida, fungicida, herbicida, tratamiento de semillas), siendo determinante su tipo de formulación (granulado, polvo, suspensión concentrada, emulsionado concentrado, etc.).
Hay casos en que se necesita mezclar diferentes productos, lo que puede deberse a diferentes razones, por ejemplo:
- Necesidad de controlar más de una plaga, enfermedad o maleza, aumentando el espectro de acción.
- Economía de la aplicación (ahorro de tiempo, combustible, agua, mano de obra).
- Mejorar la eficacia y aprovechar efectos complementarios o sinergismos entre productos.
- Minimizar en algunos casos el riesgo de generación de resistencia combinando varios modos de acción.
Todas estas razones son habituales y más que comprensibles, pero ninguna de ellas se logrará sin una ordenada y sistemática carga del equipo pulverizador.
NO SE PUEDE DEJAR NADA AL
AZAR O A LA IMPROVISACIÓN
La mezcla de productos puede generar reacciones adversas e inesperadas, por cuanto se debe minimizar la posibilidad de que se presente dicho escenario, que podría consistir en:
- Problemas de fitotoxicidad.
- Baja eficiencia en el tratamiento y control de la plaga o maleza que amenaza al cultivo.
- Causa problemas de funcionamiento del equipo pulverizador.
- Genera pérdidas e incrementa los costos directos.
Son varios los cuidados que debes tener para la preparación de un caldo pulverizador de óptima calidad.
CUIDADOS ESPECIALES PARA
UN CALDO DE ÓPTIMA CALIDAD
- Asegurar la limpieza del tanque pulverizador para evitar contaminación de la fórmula con residuos de aplicaciones anteriores.
- Emplear agua de buena calidad para obtener una mezcla que mantenga las propiedades de sus principios activos y por más tiempo.
- Respetar las dosis indicadas de cada uno de los productos que formarán la mezcla del caldo para pulverizar.
- Verificar la compatibilidad de los diferentes productos a agregar en el tanque pulverizador.
- Incorporar coadyuvante compatibilizador para evitar reacciones indeseadas o el corte de la mezcla.
- Realizar el llenado del tanque con el orden de mezcla adecuado de los diferentes tipos de productos.
PREPARAR EL AGUA
ADECUADA COMO PRIMER PASO
Debemos recordar que el agua es el componente más abundante, es el sostén de cualquier producto o mezcla de productos que quiera fumigarse. Conocer las características del agua con que contamos, su dureza, su pH, su turbidez (material en suspensión), nos da la ventaja de saber cómo tendremos que tratarla o corregirla como inicio de la preparación del caldo.
Para ello comenzamos aplicando correctores de pH y de dureza, secuestrantes de sales y antiespumantes, prestando atención de usarlos en su punto exacto para dejar el agua en condiciones óptimas. Colocar agua hasta llegar a la mitad del volumen del tanque y comenzar la agitación.
ORDEN DE AGREGADO DE LOS FITOSANITARIOS
Partiendo del agua que cumpla los requisitos para un buen caldo, a continuación, definiremos el orden de agregado de los fitosanitarios a utilizar en la mezcla.
Los productos están diseñados para ser vertidos en agua, pero si le agregamos otros insumos, ya deja de ser solamente agua. Al modificar esa estructura, se deben ir sumando los productos según la complejidad de cada formulación y considerando además la interacción entre ellos.
Las presentaciones granuladas (WDG) y suspensiones concentradas (SC) son las que ofrecen más dificultad para su homogeneización, por cuanto sus fórmulas están compuestas por muchos ingredientes; por lo tanto, se agregan primero, hasta lograr dispersarse bien.
Luego, se procede con los concentrados emulsionables (EC) y emulsiones en aceite, porque el contenido de solvente en sus fórmulas se mezcla con el agua del caldo y la misma ya se convierte en una mezcla de agua con solvente, un medio que no resulta amigable para la dispersión de los productos. Para entonces, ya tendremos bastante dominado el éxito en la elaboración del caldo.
Llenar el tanque con agua manteniendo el sistema de agitación.
Siempre recomendamos hacer este ensayo en pequeñas cantidades para luego llevarlo a gran escala si la mezcla responde a lo esperado y para evaluar la compatibilidad física y biológica de los componentes
En algunas ocasiones ya en esas pruebas se producen problemas de compatibilidad de mezclas con separación en fases, formación de coágulos, floculación y formación de crema o sedimento.
Algunas de las condiciones que generan esas incompatibilidades son: bajo volumen de agua (mayor concentración), aguas duras (afectan el emulsionante), baja temperatura (menor capacidad solvente del agua y lenta velocidad de reacción química), rápido vertido del plaguicida (poco tiempo para disolverse), pobre agitación (poco retorno o mal ubicado), y como último, pero no menos importante, un incorrecto orden de mezclado.
El orden de mezcla, sugerido como adecuado, es una guía útil cuando el orden no está indicado en la etiqueta o bien para las mezclas en el tanque. Las mismas dependen del tipo de formulación y no del tipo de producto (insecticida, fungicida o herbicida).
Las aplicaciones se recomiendan por tarde o mañanas para un mejor aprovechamiento del producto.
El orden de agregado de los coadyuvantes depende de su composición, que es variable.
Los coadyuvantes agrícolas cumplen distintas funciones dentro de la fórmula de los fitosanitarios, hay adherentes, antiespumantes, mejoradores de la pulverización, etc. Su presencia en cada fórmula siempre aporta mejoras y un aprovechamiento más eficiente en la aplicación del caldo.