Las condiciones climáticas que se registraron en las últimas semanas están teniendo un impacto considerable sobre la producción agrícola. La intensidad de las heladas afectó especialmente a los cultivos de siembra tardía de maíz, mientras que las lluvias complicaron las labores de cosecha de chía disminuyendo considerablemente su rendimiento por hectáreas.
Lindemar Cesca, presidente de la Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales del Paraguay (APS), explicó que el frío intenso se extendió desde el norte hasta el sur del país, alcanzando zonas donde en años anteriores no se registraban heladas con estas características.
Según indicó, los daños sobre el maíz aún no se pueden dimensionar completamente, ya que dependerán de cómo evolucione el clima en las próximas semanas. “Si vuelve a hacer calor y después llueve, podemos tener problemas de rebrote dentro de la espiga, lo cual comprometería la calidad del grano”, explicó, detallando que este escenario afecta sobre todo a las parcelas sembradas de forma tardía.
El cultivo de chía también atraviesa un momento difícil debido al exceso de humedad. Las lluvias registradas en días recientes impidieron la entrada de maquinaria a los campos en plena etapa de cosecha, lo que afectó los rendimientos de manera directa.
Relató que se había empezado a cosechar, pero las máquinas no pudieron ingresar. Antes de las lluvias, se estaban logrando rendimientos de aproximadamente 1.000 kilos por hectárea, pero luego ese número bajó a entre 300 y 400 kilos por hectárea.
INCERTIDUMBRE GEOPOLÍTICA
En otro contexto, los productores comenzaron a tomar decisiones anticipadas en relación a la próxima campaña. Los pedidos de compra de fertilizantes avanzó rápidamente, y según Cesca, entre el 60% y el 70% de lo requerido ya fue negociado. Esta reacción responde a la incertidumbre que genera el contexto internacional, marcado por conflictos bélicos y tensiones geopolíticas que podrían afectar la disponibilidad o el costo de los insumos. “El productor se anticipó y ya está realizando pedidos para asegurar los insumos de la próxima zafra”, dijo.
PROBLEMAS CON ACCESO A CRÉDITOS
No obstante, uno de los mayores desafíos sigue siendo el acceso al financiamiento. Cesca recordó que los productores vienen de cuatro años consecutivos de sequía, lo que deterioró su capacidad financiera. “Muchos están con problemas de crédito. Esa es otra fuente de incertidumbre para el sector. Hace algunas semanas tuvimos reuniones con representantes del gobierno para buscar alternativas. Si no se llega a una solución, hay productores que directamente no van a poder volver a sembrar”, advirtió.