La actual crisis hídrica que afecta al país desencadenó en un serio problema en las rutas de paso logístico. La disminución de los niveles de los ríos Paraná y Paraguay, vitales para el transporte fluvial, obliga a los exportadores a buscar alternativas, generando una sobrecarga de camiones en la Ruta PY02, principal corredor terrestre hacia Brasil.
La situación hídrica se agravó en las últimas semanas, triplicando el flujo de camiones y desencadenando una crisis logística que amenaza con afectar, además del comercio internacional, la vida cotidiana en Ciudad del Este y sus alrededores.
Con los ríos en mínimos históricos, las barcazas que habitualmente transportan gran parte de las exportaciones paraguayas, especialmente productos agrícolas y carne, se ven paralizadas. Como consecuencia, los transportistas recurren masivamente al Puente de la Amistad, a través de la Ruta PY02, para cruzar la frontera hacia el Brasil y viceversa.
Este desvío generó un incremento alarmante en el número de camiones que atraviesan la región de Ciudad del Este, con filas que se extienden hasta 12 kilómetros, obligando a muchos transportistas a esperar hasta 48 horas para ser despachados en la Aduana.
Según la Patrulla Caminera en Alto Paraná, el tránsito de camiones aumentó drásticamente, llegando a promediar entre 400 y 500 camiones cargados y más de 200 vacíos por día. Este volumen saturó los cruces aduaneros y ralentizó el despacho de camiones en la Receita Federal de Brasil, donde las revisiones exhaustivas y la activación de controles con escáneres limitan el despacho a tan solo 28 vehículos por hora en momentos críticos.
Efectos colaterales
La crisis no solo afecta al comercio exterior, ya que también genera un colapso en el tráfico urbano en Ciudad del Este. El aumento en la circulación de camiones repercute en el centro de la ciudad, afectando la actividad comercial y turística.
Taxistas, mototaxistas y comerciantes locales expresaron su preocupación por las largas filas de camiones, que obstaculizan la movilidad en zonas comerciales, provocando un descenso en el flujo de turistas y compradores, motores económicos esenciales para la región.
Las quejas se multiplicaron y, ante la urgencia de la situación, la Cámara de Comercio Paraguay-Brasil instó a las autoridades de ambos países a implementar un plan de contingencia para aliviar el tránsito en el Puente de la Amistad. Entre las medidas propuestas destacan la extensión de los horarios de operación aduanera, la habilitación temporal del Puente de Integración para el cruce de camiones vacíos, y la agilización de los procedimientos de despacho aduanero.
Perjuicios económicos
La ralentización de las operaciones logísticas comenzó a afectar seriamente al sector exportador paraguayo, con pérdidas económicas importantes derivadas de incumplimientos contractuales, particularmente en productos perecederos, como carne y granos. Las proyecciones a corto plazo son preocupantes, con la posibilidad de que el flujo de camiones aumente aún más, alcanzando los 2.000 vehículos diarios en las próximas semanas si no se toman medidas inmediatas.
La Cámara de Comercio Paraguay-Brasil manifestó que la ineficiencia en el flujo logístico está impactando negativamente la competitividad de las exportaciones paraguayas, un problema que también afecta al mercado brasilero, al retrasar la recepción de productos clave para su industria.
Crisis sin precedentes
En este contexto, las autoridades paraguayas intensificaron los controles viales y solicitaron a Brasil una mayor celeridad en el despacho de camiones, aunque las medidas de seguridad, especialmente frente al contrabando de drogas y armas, continúan siendo un obstáculo para agilizar los cruces.
La crisis evidencia la fragilidad de la infraestructura logística regional y la urgente necesidad de implementar soluciones sostenibles para garantizar el flujo comercial y evitar que se agrave una situación que ya está generando un considerable impacto económico y social.
Ante esta realidad, los gremios y las autoridades trabajan contra el reloj en la búsqueda de una estrategia conjunta que alivie el tránsito en la frontera y minimice las pérdidas económicas, en un escenario donde el tiempo se ha convertido en el recurso más escaso.
También la generación de energía
Sin embargo, esta situación no solo se limita al transporte o la exportación. El presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Félix Sosa, advirtió que la bajante de los ríos Paraná y Paraguay también repercute en la producción de energía eléctrica, la cual nuestro país depende exclusivamente de fuentes hidroeléctricas.
Actualmente, las centrales hidroeléctricas del país, como Yacyretá, Acaray e Itaipu, registraron una disminución en su capacidad de generación de energía debido a la reducción del caudal de agua en los cauces hídricos.
La EBY redujo aproximadamente un 30% su producción de energía, mientras que Itaipu experimentó una merma del 20%, comparado con los niveles de generación del año pasado.
¿Qué dice el BCP sobre la inflación?
El Banco Central del Paraguay (BCP) estima que la bajante no tendrá un efecto relevante en la inflación, al considerar la experiencia de eventos climáticos similares en años anteriores. Según las autoridades de la banca matriz, en el pasado, a pesar de fenómenos de este tipo, la inflación relacionada con productos importados no había mostrado un aumento considerable.
De acuerdo con datos recientes, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de productos importados registraron un incremento interanual del 2,3%. Este dato sugiere que el impacto de la bajante sobre la inflación podría ser limitado, dado que los productos importados constituyen alrededor del 27% de la canasta básica de consumo en el país.